Esto trae a colación lo siguiente:
Algunas marcas construyen una reputación basada en la visión y la maestría de su creador. Crecen y se convierten en una reconocida empresa del sector, alcanzando su merecido «culmen» para ulteriormente ser vendidas a corporaciones industriales que las administran como entidades lucrativas.
Sin la presencia y la pasión del fundador original, pierden el alma y a menudo «el norte» que posicionaron la marca en el Status Quo.
De acuerdo con las observaciones científico-sociales, nosotros como especie, tendemos a ser criaturas de hábitos y apoyamos estas marcas por el concepto de «pertenencia al grupo» en lugar de arriesgar por lo nuevo. Afortunadamente no todos, pero sí muchos. Al invertir en costosos equipos de audio, pensamos siempre en los valores de reventa y en términos generales la posibilidad de revertir en parte el dispendio en caso de fallida elección.
En muchos sentidos, esto es lo que representan muchas marcas boutique o no convencionales: productos hechos a mano por el fundador con el objetivo de hacer que suenen lo mejor posible.
También es comprensible que el interesado se sienta inseguro al considerar la compra de una marca que no es tan conocida. Ahí radica la labor del vendedor; conocimientos y honestidad en el asesoramiento.
Creo que deberíamos animarnos a mirar más allá de las normas predecibles y estar abiertos a respaldar siempre que nuestra economía nos lo pueda permitir a una marca no tan conocida, que no se publicite en todas partes y que no necesariamente tenga muchos comentarios de «comerciales encubiertos».
Son estas marcas las que a menudo están empujando los límites y las que fabrican productos con una calidad de sonido excepcional que por estructuración de costes el jefe del departamento de contabilidad de una gran empresa, si realmente valora la estabilidad de su puesto laboral, no aprobaría.
Es realmente excitante como vendedor, probar, probar y vuelta a probar configuraciones que el sumatorio final es superior al de sus partes, es nuestro deber y obligación marcar la diferencia con respecto al resto.
Saludos cordiales
Blas Oliva