Nacida como un proyecto «post-covid», este capricho que no juguete, ha llegado al final de su comercialización.

Cien parejas, cien felices propietarios.

Si bien mayoritariamente han a ido a parar los hogares donde ya lucia otro producto de la marca, en países asiáticos se ha comercializado en un grupo seleccionado de tiendas de lujo, también deleitará a aquellos propietarios ajenos a este sector.

Nunca antes se estuvo tan cerca de ser propietario de un producto de la marca, realizada a mano con esmero en las propias instalaciones de Hüttenberg, sin escatimar en diseño, materiales y horas de desarrollo.

Con un éxito garantizado desde el princípio, esperamos que algún día podamos anunciar un proyecto semejante a nuestros lectores.

Saludos cordiales.

Blas Oliva